Perdidos.
Los dos nos quedamos varios segundos paralizados. No sabíamos como reaccionar ante una situación así. Estábamos perplejos.
Fue el terrible gruñido del vagabundo el que nos despertó. Estaba intentando acercarse a nosotros como buenamente podía. Sus movimientos eran lentos. Como si cada paso le costara un sufrimiento enorme. Pese a eso venia hacia nosotros, que casi no podíamos movernos.
De repente yo reaccioné. Cogí a Eva de la mano y la arrastré en dirección al túnel que bajaba hasta los andenes. Por supuesto no pretendíamos encontrar ningún tren funcionando, pero no sabíamos que mas hacer.
Bajamos corriendo, sin saber donde íbamos exactamente. El metro londinense es un autentico laberinto, pero no nos importaba el destino, lo importante era alejarse de el, cosa que ya habíamos hecho.
Nos paramos a tomar aire en una esquina que comunicaba dos largos pasillos. Junto a una maquina de refrescos.
-¿qué era eso? Dijo Eva. –No era Humano! Que era?!
-No lo se! No tengo ni idea! He visto lo mismo que tu! Que hacemos ahora?!
-Pues habrá que salir de aquí, digo yo...
-Vale, sigamos por el de la izquierda, ahí pone salida al exterior.
En ese momento notamos como algo se movía al fondo de ese pasillo. Se oyó un golpe muy fuerte al final, y una papelera cayó tirando todo el contenido por el suelo.
Justo después se oyó un gruñido horrible. Muy fuerte. Seguido de uno parecido pero con diferente voz.
Aparecieron dos siluetas en la esquina del final del pasillo. Se movían igual que los dos anteriores, Y parecieron reaccionar ante nuestra presencia.
Clavaron su mirada en nosotros, sin dejar de moverse en la misma dirección. Venían hacia aquí, con esa mirada...como si quisieran...devorarnos!
Evidentemente ya no podíamos salir por ahí. Solo nos quedaba una opción: retroceder!
Corrimos en la misma dirección de la cual veníamos, cuando recordé unas escaleras que bajaban al siguiente piso. Estaban en el pasillo anterior. Así que decidimos bajar por allí al encontrarlas.
Aparecimos en un andén. Ya nos e oían los gruñidos. Sin embargo, la soledad que se respiraba en ese anden daba casi el mismo miedo.
No podíamos espera a que pasara un tren, aunque de todos modos el panel que informaba de cuanto quedaba para el próximo no funcionaba, lo cual no daba mucho lugar a la esperanza.
-Pues ya me dirás tu que quieres hacer ahora, porque yo no pienso seguir por los túneles!
-Tiene que haber otra salida al final del andén, vamos!
Corrimos hacia el final, allí estaban, las escaleras que subían otra vez arriba. Había un pequeño pasillo antes de llegar a la escalera propiamente dicha, la cual no se veía ya que estaba pasadas unas curvas.
Jamás olvidare el grito que pegó Eva al ver lo que vimos ahí. Yo no fui menos, que me caí de culo como se suele decir.
En el suelo, frente a las escaleras había una mujer, muerta, tirada en el suelo. Le faltaba un brazo, alguien se lo había arrancado, y toda la sangre encharcaba el suelo.
La visión era horrible. Estábamos paralizados de nuevo. Sin embargo mi estomago se encogió mas de lo que ya estaba cuando al mujer abrió los ojos repentinamente.
Su mirada estaba vacía. Sus pupilas eran casi invisibles, grisaceas, pero sin embargo los dos notamos como nos miraba fijamente.
Su espalda se arqueó, y apoyándose en los escalones como pudo se levantó.
Ahí estaba, en pie mirándonos fijamente, frente a nosotros.
Evá soltó un grito ahogado. El cual me hizo reaccionar. Nos miramos y como si de telepatía se tratase, empezamos a correr los dos en dirección al andén. Lo que no esperábamos es que ahí estuvieran los dos ¿Zombies? Del pasillo de antes. Nos habían visto ya, y venían hacia a nosotros.
-Eva, no hay otro remedio! Al túnel!
-Pero y si hay mas dentro?!
-Prefieres que nos quedemos aquí con ellos? O mejor entramos a averiguarlo?!
More to come Soon!
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